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¿Qué hago si un compañero de clase de mi hijo da positivo por Covid?

Padres de familia
27 Enero 2022

A medida que los contagios por la variante Ómicron continúan al alza, la preocupación de los padres de familia crece, sobre todo si un compañero de clase de su hijo se ha contagiado. Estar preparados para una posible exposición de nuestros hijos a Covid y conocer los protocolos implementados en todos los colegios es fundamental para saber cómo actuar, de acuerdo con el personal directivo de los centros educativos.


“Mi hijo está en la misma clase que un niño que tiene Covid-19 activo. ¿Qué debo hacer ahora? ¿Tiene que estar confinado en casa? ¿Cuántos días hay que estar aislado?”. Preguntas que los padres de familia se plantean cada vez más ante el aumento de los contagios por la variante Ómicron, que de acuerdo con la opinión de los especialistas, entre los dos y los cinco años son las edades de mayor vulnerabilidad.


Las familias necesitan protocolos claros para actuar ante contagios en las aulas y, a unas semanas de que se reanudaran las clases tras las vacaciones de invierno, los centros educativos abrieron las puertas con cambios en las guías de actuación diseñadas ante la aparición de casos de Covid-19, tomando en cuenta los récords de contagio de la variante Ómicron y las previsiones de que golpeará también con fuerza los salones, sobre todo los de infantil y primaria, al menos hasta que avance la campaña de vacunación entre los más pequeños.


Estar preparados para una posible exposición de nuestros hijos a Covid-19 y una variedad de ambientes de aprendizaje puede darles poder a ellos y a nosotros, los padres, y reducir la ansiedad, según los profesionales de la salud, que recomiendan tomar las siguientes medidas con base en las sugerencias de organismos internacionales como la Unesco o Unicef:


  • Crear un plan para proteger a la familia y a aquellos miembros del grupo familiar que tengan riesgo de contraer una enfermedad más grave, como los que tienen un sistema inmunitario comprometido o afecciones crónicas.

  • Asegurarse de que la información que tiene el centro educativo sobre contactos de emergencias y de quiénes llevan al niño al colegio y lo recogen esté actualizada. Si la lista incluye a alguien que tenga riesgo de enfermarse, considerar la posibilidad de agregar un contacto alternativo.

  • Preguntar cómo se comunicará el colegio con las familias si hay un caso positivo o una exposición a alguien con Covid, y cuál es el plan para mantener la privacidad de los estudiantes.

  • Planificar con anticipación los periodos de cuarentena o de cierre de la institución educativa. Es posible que los colegios cierren si aumenta la transmisión en la comunidad o si varios alumnos o miembros del personal tienen resultados positivos en las pruebas.


Tu hijo también tendrá que quedarse en casa y hacer cuarentena si un compañero de la clase da positivo por Covid, tal y como establece la mayoría de los protocolos de seguridad de los centros educativos.


En el momento en que se confirma un caso positivo, la institución educativa establecerá quiénes son las personas que han tenido contacto estrecho, en los que está indicada la cuarentena, y se pondrán en contacto con ellas. Los contactos estrechos son todos los que forman parte del grupo, tanto alumnado como profesores que están con ellos.


De este modo, las personas que tuvieron contacto estrecho deben permanecer en el domicilio y guardar cuarentena durante los 10 días o dos semanas posteriores al último contacto con un caso confirmado, según la decisión de los colegios, que en muchos casos contemplan también la suspensión de las clases presenciales del grupo afectado.


Los profesionales sanitarios y del ámbito educativo coinciden en subrayar que haya o no haya un positivo de por medio, cualquier persona que presente síntomas compatibles con Covid (fiebre, tos, sensación de falta de aire, fatiga, diarrea…), sea alumno o profesor, no debería ir al centro escolar. En todo caso, si el centro detecta alguno de los síntomas en un estudiante a la entrada o a lo largo de la jornada, normalmente lo lleva a un espacio separado hasta que sus padres o tutores vayan a buscarlo para llevarlo a casa. Allí deberán permanecer aislados hasta tener los resultados de las pruebas diagnósticas. Los docentes con síntomas deberán actuar igual. Los compañeros (alumnos y profesores) seguirán yendo a clase con normalidad hasta que lleguen esos resultados.


Que las instituciones educativas estén abiertas requiere un esfuerzo colectivo comunitario, como coincide en señalar el personal directivo de todas ellas. Aseguran que las medidas de seguridad en el centro son importantes, pero no lo único, y que el comportamiento de las familias es un elemento fundamental para lograr que se interrumpa la transmisión de Covid que ahora mismo está en un índice alto de riesgo.


Las instituciones educativas recuerdan constantemente que los padres debemos llevar a nuestros hijos al colegio sin síntomas compatibles a Covid para evitar que el niño o la niña, en caso de que estuviera infectado o infectada, contagie el virus a otros. Esta medida es básica para romper las cadenas de transmisión. Si se observan síntomas hay que llamar al pediatra, seguir sus indicaciones e informar a la institución. Previamente, las familias habrán entregado firmado un documento de responsabilidad, conforme al cual se comprometen a cumplir con estas medidas.


Las instituciones educativas nos invitan a los padres a crear rutinas para antes y después del colegio que fomenten costumbres saludables, como lavarse las manos en casa con nuestros hijos y explicarles por qué es importante hacerlo con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente antes y después de comer, de estornudar o toser, o de ajustar el cubrebocas. Cuando no sea posible lavarse las manos, podemos decirles que usen un desinfectante en gel. También explicarles que deben evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca. 


En cuanto al uso de cubrebocas, los expertos aconsejan a los padres:


  • Hacer saber a nuestros hijos que ponerse el cubrebocas debe ser una prioridad.

  • Tener varios cubrebocas para que los usen. Todos los días, dar a nuestros hijos uno limpio y otro de repuesto, y una bolsita limpia y que pueda cerrarse para que pongan el cubrebocas cuando no lo estén usando, por ejemplo, durante el almuerzo.

  • Etiquetar claramente el cubrebocas de nuestros hijos para que no se confundan con los de otros niños.

  • Practicar con nuestros hijos la manera correcta de ponerse y quitarse el cubrebocas, cuidando que esté bien ajustado y sin dejar libre la nariz, por ejemplo.

  • Recordarles que deben limpiarse las manos antes y después de tocar el cubrebocas.

  • Indicarles que nunca deben compartir ni cambiar sus cubrebocas con otros niños.

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