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¿Qué significa ser un Niño Altamente Sensible?

Docentes
2 Mayo 2022

La alta sensibilidad se presenta como un rasgo de la personalidad de tipo genético en el 15-20 % de los individuos. Aunque el término se conoce en mayor medida como PAS (Personas Altamente Sensibles), también se acuñó el nombre de NAS (Niños Altamente Sensibles) debido a que se manifiesta desde la infancia. Te explicamos de qué manera influye este rasgo de la personalidad en los niños y cómo son


Todos conocemos a alguien que nos da la sensación de que las emociones le desbordan, le envuelven, incluso le sobrepasan. Esa persona que es capaz de sentirlo todo de una forma muy intensa, tanto lo propio como lo ajeno, pues tiene una facilidad tremenda para empatizar con los demás.


Puede que ese alguien súper sensible sea tu hijo o tu hija, pero, ¿cómo reconocer si encaja dentro de este tipo de personas? ¿Cómo es exactamente un Niño Altamente Sensible (NAS)? ¿Cuáles son sus principales rasgos?

Lo primero que debe quedar claro es que la alta sensibilidad no es una patología, como subraya la psicóloga Úrsula Perona, autora del libro NAS: Niños Altamente Sensibles: “Simplemente estamos hablando de un rasgo de personalidad que reúne una serie de características definitorias”.


Algunos de estos rasgos que, según Perona, pueden ayudarte a identificar si tu hijo es NAS son:


    Maniático y susceptible con la ropa

    Las costuras de los calcetines pueden ser un infierno, determinados tejidos, las etiquetas de la ropa o cualquier calzado. Todo parece molestarle, darle comezón, rasguñarle o apretarle. A menudo el momento de vestirse es una ballata: berrinches, lloros… ¿te resulta familiar?


    Estos comportamientos se deben al primero de los cuatro grandes rasgos que la psicóloga estadounidense Elaine Aaron descubrió en la década de los noventa, cuando identificó y acuñó el término “altamente sensible”: la gran fineza sensorial. Los NAS perciben la información sensorial con gran sutileza. Los olores, sabores y texturas de la ropa, ruidos fuertes, bullicio… todo parece molestarlos.


    Experimenta las emociones de forma intensa

    Puede que tu pequeño experimente grandes miedos y fobias, que sea muy susceptible a cualquier crítica, que no tolere que le regañes o que se apene profundamente cuando lo haces. Al mismo tiempo, la alegría, el amor y la compasión también son de otro nivel.


    ¿Qué verás? Depende de si tu hijo es del grupo introvertido (un 70 % de los NAS lo es) o del grupo extrovertido. “A veces esto confunde, pues asociamos erróneamente la alta sensibilidad a personas tranquilas, inhibidas o tímidas. Y no siempre es así. Un NAS también puede ser jovial, enérgico y extrovertido”, explica Perona. Así, puede que a tu hijo le cueste relacionarse cuando llegan a un sitio nuevo, que necesite un tiempo para observar o analizar antes de lanzarse a interactuar.


    Puede ser un niño temeroso, al que le cuesta separarse de las figuras de apego o hacer actividades nuevas. Es posible que sea ansioso y que necesite tener las cosas bajo control para sentirse seguro o que no lleve bien los cambios.


      Procesamiento profundo de la información

      Analizan concienzudamente la información que proviene del entorno y la procesan a nivel profundo. “Generalmente están en estado de alerta, expectantes y son muy conscientes de todo, tanto de lo que sucede a su alrededor como de lo que están experimentando a nivel interno”, añade la autora de NAS: Niños Altamente Sensibles.


      Esta manera de pensar de más y analizar todo conduce a menudo, junto con la saturación de estímulos sensoriales, al cuarto de los grandes rasgos:


      Sobreestimulación

        Sobrecarga mental, saturación de emociones y experiencias. Con frecuencia colapsan y necesitan tiempo a solas o acompañamiento emocional para gestionar ese desorden de emociones intensas y desbordantes. “El mundo puede ser un lugar muy hostil para un NAS”, apunta Perona.


        Podemos observar esta sobreestimulación en forma de llanto, berrinches o aislamiento.


        “Conocer los rasgos y las características de estos menores ayudará a los padres a comprender sus comportamientos, entender sus necesidades y saber cuál es la mejor manera de acompañarlos en su crecimiento para que se desarrollen en plenitud”, concluye la psicóloga.

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