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Las niñas también quieren ser ingenieras, científicas, tecnológicas y matemáticas

Docentes
4 Marzo 2022

Cada vez son más las niñas que hoy piensan que cuando sean grandes quieren ser científicas o ingenieras. Y aunque en las últimas décadas la comunidad internacional ha puesto el foco en inspirar y alentar a las jóvenes a estudiar carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), la participación plena de las mujeres en estas áreas de forma equitativa sigue siendo un camino con obstáculos


Nuestra sociedad avanza a pasos agigantados en determinados sectores, como el de la tecnología. La cultura científica ya no es solo reducto de los investigadores (en masculino). La imperiosa necesidad nos hace estar alerta y despierta interés en conocer los avances que se consiguen. Los medios de comunicación informan continuamente de estos adelantos promoviendo la cultura científica entre la población y fomentando que las generaciones más jóvenes la conozcan de primera mano. Al fin y al cabo, son el futuro.


Y aunque al día de hoy la ciencia continúa siendo un mundo principalmente dominado por los hombres, al menos parece que la división de género entre los grados de ciencias sociales y humanidades, y los científicos, está cambiando, y la proporción entre alumnos y alumnas que deciden cursar una u otra rama se encuentra cada vez más equilibrada. Sin embargo, las jóvenes siguen decantándose por las carreras biosanitarias como Enfermería o Fisioterapia, en lugar de optar por Física o Ingeniería. 


Inconscientemente, los estereotipos de género afectan la percepción que pueden tener los niños y niñas sobre sus habilidades y capacidades. De hecho, el estereotipo de que las mujeres no tienen capacidad para dedicarse a la ciencia y a la ingeniería sigue presente en la sociedad e incluso en las familias, y es la razón por la que muchas estudiantes acaban dudando de ellas mismas y desechan la idea de escoger la rama de ciencia. Por eso es importante fomentar la vocación en las niñas desde pequeñas, como apuntan desde Women Evolution, una iniciativa para promover el liderazgo femenino.


Esta organización considera que "aquí la educación juega un papel esencial, y no solo por parte de los centros educativos sino también de las organizaciones, que pueden colaborar ofreciendo charlas en dichos centros o incluso abriendo las puertas a los alumnos y las alumnas. El hecho de que las niñas estén en contacto con mujeres que trabajan en el sector sería una buena oportunidad para que conozcan qué tipo de profesiones pueden desempeñar si se decantan por estudiar disciplinas científicas o técnicas, para que encuentren inspiración en sus experiencias y vean cómo pueden contribuir a la sociedad a través de una profesión científica”.


A pesar de que la incursión de las jóvenes en el ámbito científico tecnológico todavía es escasa en las aulas, la buena noticia es que al menos cada vez más está libre de prejuicios. “Es un estereotipo que los ingenieros son solo chicos” o “nos tratan como iguales” son algunas de las respuestas que dan las estudiantes de Preparatoria Valeria y Karely sobre la relación con sus compañeros de clase masculinos, las dos con las ideas muy claras de estudiar Ingeniería Industrial y Matemáticas, respectivamente.


Y es que la igualdad prevalece en una generación de jóvenes promesas que está dejando de lado antiguas reglas no escritas. “Nos dan mil vueltas”, llega a comentar uno de los compañeros de clase de Valeria y Karely.


No hace tanto que el papel de la mujer en la ciencia y en la historia era, en la mayoría de los casos, anecdótico, y si bien es cierto que ha habido grandes figuras femeninas como Marie Curie, por cada una de ellas hay cientos de hombres que los tenemos individualizados. No estamos acostumbrados a ver a mujeres recibiendo un premio Nobel. Desde 1901, lo han ganado tan solo 54 mujeres frente a 871 hombres. Y la mayoría de mujeres que lo han conseguido, se han alzado con el Nobel de Literatura o de la Paz. 


Vivimos un momento en el que la tecnología cada vez está cobrando mayor protagonismo y muchos puestos de trabajo en el futuro estarán enfocados a carreras de ciencia como la inteligencia artificial o el big data. Diferentes organismos y asociaciones buscan inspirar en las niñas vocaciones científicas. En 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamaba el 11 de de febrero el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con   el objetivo de incentivar la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia desde la igualdad de oportunidades y el empoderamiento, además de dar visibilidad al trabajo de las científicas y poder allanar el camino de esa presencia de las mujeres en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés).


Pero no se trata de forzar a las niñas a estudiar carreras STEM, sino de que se incorporen a las ciencias sin presiones, sin prejuicios, de que vean que ellas también pueden cursarlas, que no son menos inteligentes que sus compañeros de clase y, por supuesto, que no se trata de profesiones exclusivas para hombres.

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